- Hermann Hesse
Relato de El Juego de Abalorios

José y Dión eran dos renombrados sanadores que vivieron en tiempos bíblicos. Ambos eran muy eficaces, aunque trabajaban de maneras y con estilos diferentes.
Aunque contemporáneos, nunca tuvieron un encuentro y se consideraban mutuamente rivales.
Fue así durante años, hasta que José, el más joven enfermó espiritualmente. Desesperado y sintiéndose incapaz de sanarse a sí mismo partió en peregrinación buscando la ayuda de Dión.
Durante su travesía, descansando en un oasis durante la noche, trabó conversación con otro viajero quien, al escuchar el propósito de su viaje, se ofreció como guía para asistirlo en la búsqueda de Dión.
Partieron juntos y en medio de su larga expedición el hombre mayor reveló su identidad.
Él era Dión, a quien José buscaba.
Acto seguido, pasado el asombro de José, Dión lo condujo a su casa, invitándolo a permanecer allí.
En un principio, ante el pedido de Dión, José fue su sirviente, luego aprendiz y finalmente un colega de igual jerarquía.
Así vivieron y trabajaron juntos muchos años.
Años después, anciano y enfermo, Dión le pidió a José que escuchara una confesión.
Comenzó recordando su encuentro en el oasis cuando José, enfermo, viajó en busca de su ayuda y cómo José había considerado milagroso aquel encuentro.
Ahora, enfrentando a su pronta muerte, Dión quebró el silencio de tantos años confesando que también para él fue milagroso. También él, en aquel entonces, había caído en una sombría desesperación, sintiéndose vacío espiritualmente e incapaz de curarse a sí mismo.
"Aquella noche del encuentro, había iniciado su propio viaje en busca de ayuda del famoso sanador llamado José"